Solo tenemos un corazón, por eso tenemos que serle
fiel.
Las dudas… solo están en la cabeza. Nuestro corazón sabe que
es lo que queremos, sin dudar, a veces la rutina ajetreada nos impide
escucharlo, pero en silencio nos lo grita a voces.
A veces tenemos que callar nuestra mente, que nos muestra la
seguridad, lo cómodo, lo que la mayoría de personas querrían para su vida… pero
la felicidad es muy diferente para cada persona, así que tenemos que encontrar
nuestra manera de ser feliz nosotros mismos. Equivocarse también es un camino,
y no podemos tener miedo a ello, porque será el forme nuestro ser. Tenemos que
arriesgar siempre… darnos la oportunidad de vivir la vida que queremos vivir,
intentarlo y poder decir, luche por la vida que quería, porque cuando hacemos
lo que queremos, el compromiso nos sale solo… porque estamos viviendo la vida
que queremos vivir, y no la que otros quieren que vivamos. La libertad no es la
ausencia de compromiso, sino la capacidad para elegir.
A veces tenemos que arriesgarlo todo para encontrar la
verdad.
Un alma libre es la que no deja que el miedo le domine, es
la que escucha a su corazón y le da el permiso para ser su brújula. Es quien se
deja llevar por el viento, es quien confía que todo va a salir bien y si no
encontrara una manera para salir de ahí. Un alma libre es capaz de reinvertarse
por tal de hacer lo que le hace feliz, su valor no está puesto en el dinero,
esta puesto en la felicidad. Las almas libres son personas apasionadas,
soñadoras, amantes de la vida. Las almas libres
persiguen sus pasiones. Creen que no existen
los imposibles, son positivas y miran el mundo más allá de lo que la
sociedad ve como ``lo correcto´´.
Cuando sienten que el lugar donde se encuentras ya no es tu
sitio… ¡Vuelan!
Para poder volar dejan ir todo lo que les impide avanzar en la vida.
Quien
elige el camino del corazón no se equivoca nunca.
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