El valor de nuestros pasos.

A veces dar un paso hacia detrás, es dar un paso hacia delante. Porque en ocasiones, nuestros pasos fueron equivocados y siempre podemos hacerlo algo por corregirlos. La huella es la señal impregnada en la tierra, que marca nuestro camino. Nunca es tarde para corregir tus pasos, para guiarlos en la dirección verdadera, para hacer nuevas huellas en nuestro destino. Elige tus pisadas día a día, porque algún día cada punto que forman tus huellas, se unirán, dándole el sentido que merece. Cada paso cuenta. Y de ti depende hoy la zancada que quieras dar para tu mañana. Tus pasos son las calles de tu vida.
Reinventa tus pisadas, traza tu línea, pinta tus huellas en el lugar que elijas.Que nadie te marque tu ruta, se el patrón de tu propia nave.

La sociedad nos suele promocionar hacia el camino recto, terminándolo aunque no sea el nuestro, valorando más los regalos que nos dan en el, más que la felicidad que nos proporciona dicho trayecto.

Mi invitación es terminar nuestro propio viaje, el que nuestra vocación elija. Da tus pasos firmes en tu propio horizonte. Ocasionalmente puede darnos la sensación de estar perdiendo el tiempo, por empezar un trayecto diferente. Es ahí, cuando tienes que recordar que el valor de tu tiempo, la valoración que tú le das. No hay nada bueno ni malo, si no lo que para ti es ese valor. Por eso elegir nuestro destino, el que valoremos con el corazón y nuestra intuición, es el mejor de los regalos que podemos tener.
El sentirnos coherente con nuestros pensamientos, sentimientos y nuestras acciones, es fundamental para nuestra felicidad. Ser feliz es el secreto para trabajar con éxito. Elige el camino que te haga feliz, que te haga crecer con entusiasmo y pasión.