En la vida
no siempre nos gustan las cartas que nos tocan, a veces no sabemos las estrategias para ganar con esas
cartas, son inferiores o superiores…. Pero para ganar siempre tenemos que
apostarlas todas, hasta el final, hasta quedarnos en blanca, sin cartas, sin
dudas de que pasaría si hubiera apostada esa carta.
No tenemos
edad de quedarnos con las ganas, ni con dudas de que pasaría si hubiera hecho
tal cosa, tenemos edad de haberlo dado todo y perdiendo o ganando, simplemente el
jugar las cartas ya es ganar, porque todas las cartas sumen o resten, cuenta,
porque la vida nos sigue poniendo más cartas y todas ellas, son partidas que
tenemos que aprender a jugar.
A todos nos gusta ganar, pero no hay mayor satisfacción en
la vida que el sentimiento de paz y tranquilidad que tenemos al saber que todo
absolutamente todo lo que estaba en nuestras cartas, todo… fue jugado con la
mejor estrategia para ganar, porque la suerte de nuestras cartas van y vienen,
no las elegimos. Sin embargo, la estrategia, se consigue jugando, apostando, y
siendo valiente con malas cartas, cualquiera puede ganar con unas buenas
cartas, pero con unas malas no es tan fácil, aunque no imposible si sabes jugar
bien. Y la mejor estrategia para ganar es haciéndolo, jugar, jugar y apostar,
porque quizás las cartas del de en frente sean buenas pero lo mismo no es capaz
de ejecutarlas. La suerte son para los cobardes, los valientes son los que
juegan con cualquier carta, apostándolas todas hasta el final.
A veces en
la vida dudamos en si apostar o no, sabemos que podemos perder, que jugamos con
malas cartas, pero el apostar con ellas y quedarnos limpios, vacíos, es de la única
forma que podemos llenarnos otra vez, porque solo puede llenarse quien es capaz
de vaciar su alma. Una taza solo sirve cuando esta vacía, hasta que no la
hayamos vaciado su contenido, no podremos llenarla otra vez y lo que nos hace
ganar en la vida es vaciarla y volver a llenarla de un contenido nuevo.
Me encanta
la gente que apuesta, que se queda vacía de cartas, su regalo en la vida es
poder volver a llenarse otra vez. Pueden llenarse porque saben que están vacíos
y ese vacío solo se consigue habiendo dándolo todo, silenciando todo, porque
sabes que no hay más y ese silencio mental, es el mejor regalo que podemos
tener.
Posdata:
dedicado a mi Buddy One, una persona valiente, que siempre apuesta sus cartas
hasta el final, porque no sabe irse sin
antes haberlo dado todo.
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