martes, 21 de junio de 2016

Aprender a amar...

El amor no es algo que nos enseñan, no nos dicen como es, ni que hacer, ni como ser, es algo que se aprende amando. Solo la experiencia es lo que cuenta en el currículo… porque es de la única manera que aprendemos. Aprender fallando y corrigiendo cada día. Enamorarse es amar las coincidencias y amar es enamorarse de las diferencias, una gran frase de Jorge Bucay de la que no puedo estar más de acuerdo. Amar es aceptar, comprender, sin intentar cambiar a la otra persona, apoyarla y ayudarse a ser la mejor de sí mismo.
El amor a primera vista no existe, el amor es ver lo bueno y lo malo y aun así, seguir amando.
El amor es mucho más que un sentimiento, los sentimientos son efímeros, van y vienen, el amor implica una conexión física, sentimental, espiritual, cultural. La razón tiene mucho que ver con esto, porque elige lo mejor, lo superior, implica elegir bien.
El amor no es solo un sentimiento, el amor es un acto de la voluntad, que consiste en la determinación de trabajar el amor elegido.
Querer es un acto de la voluntad y estar decidido es un acto de la inteligencia.
Querer es firmeza, es un acto seguro. Querer, querer. La determinación de trabajar la relación, el amor tiene 3 pilares: es un sentimiento, es un acto de la voluntad y la inteligencia.  En los  amores maduros la voluntad esta en primer plano, puliendo, limando, trabajando y corrigiendo las aristas de la personalidad. La inteligencia actúa de guía, lleva la dirección.
El amor no se encuentra, se construye. No creo en el amor eterno, creo en el amor que se trabaja todos los días.
Querer, querer. Conlleva querer, querer bien cada día a la persona elegida. Y esa elección no está determinada por el dinero, lo que te beneficia, la belleza… esa elección implica una ética común, unos valores que representen los tuyos.

No solo basta con elegir bien, a veces no todas las personas están preparadas para el amor, eso es algo que se está o no se está… y no podemos hacer nada por forzarlo.
Equivocarse es lo normal, es lo que tiene que pasar para aprender.
Solo si deseas amor verdadero, aprende a amarte, para jamás aceptar menos de lo que mereces. Nadie puede dar algo que no tiene.
Al amor hay que darle alas para volar y motivos para quedarse…  Sí no le das alas no es amor, es posesión, no es libertad. No hay nada más bonito en la vida que el hecho de sentirse elegido todos los días, pero no por obligación, si no con libertad, porque nace, porque se desea, se elige, se quiere y se ama. Porque a pesar de tener días grises sabes que esa es la persona a la que quieres  amar y no hay ego para combatir con ese amor, porque nada lo puede igualar, tenemos que amar con el corazón, el alma y voluntad… la voluntad que te recuerda siempre porque es esa persona y no otra… Porque el amor es algo que nace del corazón pero crece con el cuidado de lo pequeño del día a día, el compromiso de querer, querer bien y reinventarse hasta que la otra persona sienta amor del bueno.
Porque querer es poder, no es no poder… Cuando se quiere no hay excusas, no hay falta de tiempo, no hay peros… hay prioridades… hay compromiso porque dure lo autentico… La vida nos pone pruebas inevitables por las que hay que pasar para que lo autentico crezca y si no lo es te lo quite del camino, para que lo autentico pueda venir.

El amor siempre tiene que ser libre, si das libertad es la única forma de que sea real, que sea autentico porque puede volar y elige que su nido seas tú.  A pesar de los miedos, las malas experiencias nunca prives… porque entonces no te sentirás elegido con amor y libertad. 



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