Revaloricemos lo que la rutina nubla.

Los momentos son aquellas situaciones que elegimos que nos cambian la vida. Cada paso cuenta y todo absolutamente todo lo que nos sucede, impregnara nuestro yo, nuestras experiencias, manera de ser en nuestro presente y futuro. Cada día podemos elegir los actos que tomar,  y ellos nos llevaran a ser lo que somos, por eso es importante elegir bien.

A veces tenemos que perder lo que poseemos, para aprender a valorar lo que si queremos, lo que deseamos conservar. Sin embargo, ¿Cómo sería  nuestra vida si cultiváramos el valor de lo que tenemos, sin tener que perderlo? ¿Y si elegimos lo que conservamos, concienciándonos de los motivos que nos hacen quererlo? ¿Y si nos proponemos disfrutar y sacar el máximo jugo a nuestro presente?

Hay una cualidad que me encanta de algunas personas, creo que es una gran virtud. Es la capacidad de ver la parte positiva, el valor, el aprendizaje, el  por qué si merece la pena... donde otros  no lo ven.

En ciertos momentos nos quejamos de algo que otros darían parte de su vida por tenerlo. Mi invitación es que amemos lo que tenemos. No quiere decir que nos conformemos con lo único que poseemos, todo lo contrario, luchemos por lo bueno de lo que si conservamos y queremos en nuestra vida, aprendamos a apreciar aquello que nos hace feliz, aquellos pequeños momentos y detalles que la costumbre del día a día, nos  hace verlo como neutral. Demos chispas de puntuación positiva  a lo neutro, que en el fondo es parte de nuestra felicidad, es la esencia de nuestros sueño, pero la rutina a nublado su valor. Revaloricemos con optimismo los pequeños detalles, aquellas situaciones que hacen grande nuestro día. Revaloricemos lo pequeño que nos hace grande.

Ejercicio práctico: haz una lista de las cosas con las que disfrutas en tu día a día, los momentos que te hacen sentir especial, los detalles que recibes y que te gustan regalar a los demás, las personas especiales de tu vida, sensaciones placenteras, hechos cotidianos que te encantaron pero ya son normales, recuerda porque te encantó. Dale chispa a tu hoy con toques de agradecimientos.