Hagas lo que hagas, ámalo.

A veces aunque estemos haciendo lo que queremos, hay pequeñas cositas que no nos gustan. Por ejemplo si estudias la carrera de psicología, hay asignaturas que están hechas para molestar un poco a las demás estupendas y no hacer tan precioso el camino, pero como todo en esta vida nada es perfecto y todo esta para enseñarnos algo. 

¿Vamos a dejar que esas imperfecciones acaben  con nuestra visión? Como se dice en mi tierra, cuando digas no puedo.. Tú le dices NO NI NÁ.

Y pregúntate a ti mismo:

¿Por qué elegí esto? ¿Qué es lo que me gusta de esto? ¿Qué es lo que me hará crecer?

Si son afirmativas y solo existe esas pequeñas imperfecciones del día a día, haz una lista de motivos y razones positivas por la que eliges hacer esto. Sácale el lado bueno. A veces tenemos que tomarnos un tiempo de reflexión y ver esos motivos que nos hicieron elegirlo.  Aprendamos a amar lo que hacemos día a día.