La lealtad… unos de los valores más
importantes para los vínculos profundos.
Cada persona tiene su proporción de
escala de valores en la que determina que valores son más o menos importantes
para ellos. Y nuestro objetivo es relacionarnos con personas que tengan una
escala de valores parecida y compatible con la nuestra.
La lealtad es uno de los valores más
importantes en mi escala de valores, para tener un vínculo profundo, autentico, tenemos la necesidad de
sentirnos protegidos, que eres capaz de entregar el corazón a la otra persona y
jamás hará por romperlo. La lealtad en un vínculo implica proteger a esa
persona y la relación, poder confiar a ciencia ciega, cuando sientes lealtad el
vínculo se vuelve trascendente, perdurable
en el tiempo. Lo mismo sucede con los amigos, por muchas personas a las que
conozcamos y sentimos conexión, hay lealtades a la que nos debemos por todo lo
que ese vínculo conlleva, porque día a día esa lealtad se trabaja y se renueva.
Lealtad no se puede exigir, es algo que se gana con el tiempo. El camino de la
lealtad es siempre recto.
Somos leales con aquellas que
personas que de alguna forma son importantes para nosotros, han agregado valor
positivo a nuestros días y tenemos un sentimiento de amor hacia ellas.
La lealtad es el compromiso
de estar en los buenos y malos momentos. Sin importar los pequeños
encontronazos del día a día, porque sabemos que el fondo es mucho más
importante de lo que podemos ver.
Cuando somos leales, logramos llevar
la amistad y cualquier otra relación a su etapa más profunda.
La lealtad es una llave que nos
permite tener auténtico éxito cuando nos relacionamos. La lealtad es un valor
que no es fácil de encontrar, pero si existe. Agradezco a cada sinergia de mi
vida que me ha enseñado que a pesar de este tiempo de crisis, que si puede
existir.
La lealtad es amor bondadoso en
acción.
A veces no
necesitamos a alguien que nos arregle, a veces sólo necesitamos que alguien nos
quiera mientras nos arreglamos nosotros mismos. Acompañar en los malos
momentos y hacer sentir que se está ahí. Por muchas personas que tengamos en
los momentos de diversión, cuando la vida se vuelve oscura rebelan las personas
que están ahí de verdad. No hay luz sin oscuridad, a veces esos momentos de
oscuridad tienen una grieta para que pueda entrar más luz. El tiempo no te hace
perder a tus lealtades, te hacen entender cuáles son de verdad.
Un claro ejemplo
moral de lealtad es la que tienen los animales con sus ‘padres perrunos´. Un
animal no te quiere por tu dinero, ni por la belleza, ni lo que tienes. Te
quiere por el amor que le das, son capaces de dar su propia vida por la tuya,
jamás abandonan a sus seres queridos, nunca tienen rencor, son puro amor. Desde
este rinconcito quiero fomentar el apoyo animal, a luchar por el abandono y maltrato.
Que reflexionemos en todo lo bueno que puede darnos los animales, aquellos seres
llenos de amor. Os dejo la foto de mi mano derecha, mi lealtad perruna,
por el que siento un amor incondicional.
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